Capital de Portugal tiene estilo propio. Antigua, y romántica, cuenta en toda su extensión con numerosos barrios: La Baixa, Alfama, Barrio Alto, Chiado, Estrela o Belem. En la zona de Marques de Pombal podrás conocer la Lisboa más contemporánea, con grandes edificios de cristal y avenidas bien diseñadas.
La plaza de Restauradores es una de las más céntricas de la ciudad, como en todas sus plazas existe un monumento-obelisco plagado de esculturas y elementos alegóricos.
Plaza Restauradores
Cerca de esta plaza existe la Calzada de la Gloria, con un tranvía que te lleva al Barrio Alto, donde podrás descubrir el ambiente más bohemio. De noche el gentío se apodera de sus calles estrechas y desordenadas.
Tranvía en Calzada de la Gloria que te lleva al Barrio Alto
Barrio Alto y vistas de Lisboa, al fondo el Castillo de San Jorge
Tomando como referencia Plaza de Restauradores, nos topamos con la Plaza Pedro V, donde podrás ver la estación del Rossio con su portal meticulosamente decorado y el Teatro Maria II, de arquitectura mas clasicista.
Tras esta plaza esta la del Rossio, animada por sus gentes, es la zona más popular de la ciudad.
Plaza de Pedro V, Plaza y estación del Rossio, cartel en la esquina de una calle.
Caminando por la Baixa, esta el elevador de Santa Justa, curioso por su arquitectura de hierro que comunica la parte alta de la ciudad. Pronto llegaremos a la Plaza del Comercio, durante décadas fue para el comercio marítimo la puerta de Lisboa, mirando hacia el río Tajo, y abriéndose hacia el Atlántico.
Elevador de Santa Justa, Plaza del Comercio y detalle de esculturas en obelisco
Andando a la orilla del Tajo, divisamos a lo lejos el puente 25 de Abril, con 2.277 metros de longitud, ostenta el record de puente colgante más largo de Europa, y junto a el, al otro lado El Cristo Rey.
En lo alto de la colina pudimos conocer el Parlamento Portugués, y la Basílica de la Estrela y siguiente a orillas del mar llegamos a Belem, una zona cargada de historia, representada por el Monasterio de los Jerónimos, de estilo Manuelino, y en cuyo interior se encuentra la tumba de Vasco de Gama.
Puente 25 de Abril
Parlamento Portugues, Basílica de la Estrela y típica tienda antigua
Monasterio de los Jerónimos
El Monumento a los descubrimientos, con 52 metros de altura, conmemora el quinto centenario de la muerte de Enrique el Navegante, descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde. A los pies de semejante monumento existe en el suelo el mapa mundi realizado en mármol donde aparecen las tierras conquistadas por Portugal.
Monumento a los descubrimientos en Belem
La Torre de Belem, situada en el estuario del Tajo, sirvió inicialmente como torre defensiva, posteriormente como faro y centro aduanero.
Torre de Belem
Retornando hacia la Plaza del Comercio, y perdiéndonos entre las calles, descubrirás “Casa dos bicos” con su curiosa fachada llena de entrantes y salientes; y la Catedral de Lisboa “Santa María Maior” también conocida como “Sé de Lisboa”.
Casa dos Bicos y Catedral de Lisboa
Subiendo por las calles hacia el Castillo de San Jorge, fortaleza que corona todo la ciudad, descubrirás bellos paisajes como el barrio de la Alfama, uno de los más tradicionales de la vieja Lisboa, antaño residencia de pescadores.
Pared con azulejos típicos de la zona y vistas de la Alfama
Restaurante con original biombo hecho de azulejos antiguos
COSTA DE CAPARICA
Tomando un barco que cruza por el río Tajo hacia el otro lado, llegamos a Trafaria y de allí a la costa de la Caparica, siendo esta una de las más largas de Europa, con casi 30 km de extensión. Un tren antiguo de madera te ayudará a atravesarla.
Desembarco en la costa de Trafaria, de allí fuimos a Caparica
SINTRA
A media hora de Lisboa, pudimos conocer Sintra, tierra plagada de palacios y castillos en un entorno natural.
El Ayuntamiento de Sintra, una fuente morisca, el palacio Nacional de Sintra, incluso su casco histórico son algunos de los edificios mas destacados.
Ayuntamiento de Sintra
Fuente Morisca y Palacio Nacional de Sintra
No lejos del centro de la Villa, existen castillos, como El de los Moros, usado como atalaya en el s.IX, en la época de la ocupación Musulmán; el Castillo de Peña, de estilo Romántico del s.XIX, fue mandado construir por la reina María II, reina de Portugal y durante años fue residencia de la Realeza lusa; el Palacio y Quinta da Regaleira es otro de los castillos a conocer.
Castillo de los Moros, Castillo de Peña y Palacio-Quinta da Regaleira
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