Vistas de Florencia desde los Jardines de Boboli y Palazzo Pitti
Actual capital de la Toscana y de Italia entre 1865-1871 durante la unificación Italiana. En la edad media fue un importante centro cultural, económico y financiero. Conoció su época de mayor esplendor tras la instauración del Gran Ducado de la Toscana bajo el dominio de la dinastía Medici.
Cuna del Renacimiento, en la segunda mitad del siglo XIV, destacan obras medievales y renacentistas como la cúpula de Santa María del Fiore, el Puente Vecchio, la Basílica de Santa Cruz, el Palazzo Vecchio y museos como los Uffizi, el Bargello o la Galería de la Academia, que acoge el autentico David de Miguel Ángel, símbolo de la ciudad.
Cuna del Renacimiento, en la segunda mitad del siglo XIV, destacan obras medievales y renacentistas como la cúpula de Santa María del Fiore, el Puente Vecchio, la Basílica de Santa Cruz, el Palazzo Vecchio y museos como los Uffizi, el Bargello o la Galería de la Academia, que acoge el autentico David de Miguel Ángel, símbolo de la ciudad.
Comenzaremos nuestro foto-reportaje desde el Duomo, que como en toda ciudad Italiana es la plaza más importante de la ciudad. En ella se encuentra la Catedral de Santa Maria del Fiore. Su construcción data del año 1296, se erigió sobre la antigua Iglesia de Santa Reparata, del siglo V. El templo posee una longitud de 153 metros y 90 metros de crucero. La fachada principal de mármol es obra de Emilio De Fabris, de estilo neo-gótico, datando del siglo XIX.
En 1334, Giotto diseñó la torre, con mármoles rosas, verdes y blancos. Brunelleschi ideó la cúpula en 1436, con la intención de que su proyecto superara el esplendor de los antiguos templos clásicos. Se asienta sobre un tambor octogonal, sirviendo esta de inspiración para cúpulas tan famosas como la de San Pedro de Roma, los Inválidos en París o la Catedral de San Pablo en Londres. La Cupula por su parte interior va decorada con frescos de Vasari y Zuccari del siglo XVI.
En frente de la entrada principal de la catedral está el Baptisterio de San Giovanni. El edificio es del siglo XI, aunque sus puertas fueron encargadas a Ghiberti en 1401.
Cosme el Viejo, fundador de la dinastía Médici encargó a Brunelleschi la restauración de la Basílica de San Lorenzo en 1421. El arquitecto florentino murió antes de terminar el trabajo, por lo que la fachada de San Lorenzo quedó sin terminar, tal y como se ve hoy en día.
En la misma Piazza de San Lorenzose da cita un mercado de artesanía típico de la Toscana, donde podrás ver elaboradas piezas de decoración, enseres y demás cachivaches.
Cerca se encuentra el Mercado Central, construido en Hierro, destacan sus florituras de tonalidad rojiza.
En las inmediaciones de la Basílica se encuentra el Palazzo Medici-Riccardi. El austero edificio fue diseñado por Michelozzo, mientras que las ventanas de la entrada principal fueron proyectadas más tarde por Miguel Ángel. Dicho Palacio fue residencia de los Médici 1444 -1544, y posteriormente de la familia Riccardi. Se aprecia el característico almohadillado en la fachada, tan típico en los palacios renacentistas.
Tomando la Via dei Servi llegamos a la Piazza de la Santísima Annunziata, bella plaza diseñada por Brunelleschi ensalzada por fuentes escultóricas llenas de fantasía y enmarcada por la la Iglesia de Santa María de la Annunziata y el Hospital de los Inocentes.
La iglesia empezó a construirse en 1250 por orden de los Siervos de María. La estructura actual es el resultado de la reconstrucción renacentista que empezó Michelozzo y terminó Alberti. Existen frescos de Rosso Florentino, Pontormo y Andrea del Sarto.
En el Hospital de los Inocentes se aprecia un pórtico con arcos de medio punto sobre columnas de orden compuesto, que se independiza visualmente del resto de la construcción. En las enjutas de los arcos hay tondos o medallones con figuras blancas, bebés que piden, sobre fondo azul.
En estas inmediaciones existe la Sinagoga, actual Museo Hebraico, con un rico lenguaje de arte islámico.
Tomando unas calles hacia el río Arno, concretamente en la Via Ghibellina se encuentra la Casa Buonarroti, casa donde vivió Miguel Angel, el gran genio. La fachada del palacio queda ensalzada por un escudo heráldico y por un busto del artista. La construcción parte de un patio central, inspirado en las Domus clásicas, a modo de Impluvium.
Retornando hacia otra zona de la vieja Florencia, y tomando como punto de partida la estación de trenes se encuentra la Basílica de Santa María Novella. Las obras comenzaron en 1246 y culminaron en 1470, cuando Alberti acabó la magnífica fachada de mármol. Dentro de la basílica hay obras maestras de Giotto, destacando su cruz en el eje del templo, Ocagna, Brunelleschi, Massaccio, Ghirlandaio y Filippino Lippi.En los claustros, hay maravillosos frescos de Paolo Uccello y de la escuela florentina.
Cerca se encuentra la Fortaleza “da Basso”, un imponente ejemplo de arquitectura militar renacentista. Fue edificada al regreso de los Médici al gobierno, después de que la ciudad durante 1529-1530, sufriera un dramático asedio. Hoy, la fortaleza es una prestigiosa sede de exposiciones.
En la zona occidental está la Plaza de la República, considerada el corazón de Florencia. Esta plaza tiene su estructura actual gracias a las reformas urbanísticas que se realizaron cuando en 1865 Florencia fue proclamada capital de Italia. La ciudad Toscana fue capital del Reino de Italia desde 1865 a 1870.
Cerca de la magestuosa plaza existen vestigios renacentistas dignos de mencionar como el Palazzo Strozzi, mandado construir por el mercader Filippo Strozzi en el siglo XV, con el famoso almohadillado característico de la época. Dicha familia se arruino al dotarla de tal acabado.
En esta misma zona podrás admirar otro palacio como el Palazzo Davanzati, digno de visitar. Destaca su escudo en la fachada principal.
El recorrido se complementa con el Palacio de Parte Güelfa y el Mercado Nuevo.
La Iglesia de Orsanmichele, que proviene del dialecto toscano "Huerto de San Miguel", fue construida sobre el terreno donde se encontraba el huerto del desaparecido monasterio de San Miguel.
Fue construida en 1337 por Talenti, Fioravante, y Cione, originalmente como un mercado de granos. Entre los años 1380 y 1404 fue convertido en iglesia y usado como capilla por los más poderosos gremios de artesanos y comerciantes de Florencia.
A fines del siglo XIV se realizaron estatuas de los santos patronos para embellecer la fachada de la iglesia. Las esculturas que se observan en la actualidad son réplicas, puesto que las originales se encuentran en diferentes museos
La Plaza de la Señoría y el Palazzo Vecchio, fueron desde el siglo XIV el corazón de la vida política florentina. La plaza queda monumentalizada por esculturas de gran tamaño situadas a los pies del Palazzo Vecchio: la fuente de Neptuno y el Marzocco de Donatello, el David de Miguel Ángel.
La escultura que admiramos del David, es una replica de la original que se encuentra en la Galería de la Academia. Escultura de mármol de gran dimensión, con una altura superior a los 4 metros, nos muestra un David en tensión, donde se aprecia la “terribilitá” y la pose amenazante justo antes de luchar contra Goliat. Inspirada en la escultura clásica griega de Polícleto y Lisipo.
Tomando la calle Borgo dei Greci nos encontramos con el Museo Bargello construido hacia 1260 funcionando primero como sede del gobierno de la ciudad y luego como cárcel. Actualmente en su interior se exponen esculturas deDonatello y Miguel Ángel.
Dejándonos llevar por las calles empedradas de la ciudad llegamos a una gran plaza donde se encuentra la Basílica de Santa Croce, junto a ella se encuentra la Capilla de los Pazziy la Biblioteca Central.
La basílica de origen gótico tiene en su interior, además de los frescos de Giotto y Tadeo Gaddi, muchas tumbas de hombres ilustres. Los claustros fueron proyectados por Brunelleschi y Arnolfo di Cambio, excelente ejemplo del renacimiento.
A la Capilla Pazzi se accede desde el claustro de la basílica de la Santa Croce, se encuentra ubicada en el jardín de ésta. Encargada por la familia Pazzi en 1441 a Filippo Brunelleschi, fue su última obra.
Tornándonos hacia el río Arno, divisamos el Puente Vecchio, el puente mas antiguo de la ciudad, y ya al otro lado del río, el Palazzo Pitti nos sorprende por su magnitud.
El palacio fue mandado construir en 1457 por el banquero Pitti, el imponente aspecto actual se lo dieron los Médici. Proyectado por Brunelleschi, fue residencia de los Medici desde el siglo XVI, y mas tarde de los Habsburgo-Lorena, estos últimos añadieron las alas laterales del palacio.
El Palacio Pitti, así como los jardines de Boboli, asientan las bases del palacio y jardín renacentista. La ausencia de torre defensiva, revestimiento de las fachadas con grandes sillares con terminación almohadillada, y el predominio de la línea horizontal en la construcción del palacio.
Los jardines de Boboli tienen una amplia extensión, monumentalizado con bellas estatuas, escalonamientos, fuentes ornamentales, un lago. En lo alto del jardín existe el Museo de la Porcelana, desde el cual se pueden ver vistas de la zona. Todo queda coronado por el Belvedere.
Perdiéndonos entre parterres y senderos laberínticos, podrás descubrir bellas estampas de Florencia, a lo lejos se divisa la Cúpula de Brunelleschi, el Palazzo Vecchio. Existe cerca de la salida del palacio una gruta, cuidadosamente ornamentada.
Paseando a orillas de río Arno vamos conociendo la ciudad desde lejos, reconociendo todos los monumentos que hemos visitado, nos acercamos hacia la Torre de San Niccolo.
Ascendiendo por unas rampas, podrás acceder a la Piazzale Michelangelo, desde allí podrás ver toda Florencia, en su magnitud, existe una estatua del David, flanqueada por estatuas que parecen escurrirse del pedestal.
SIENA - SAN GIMIGNANO
Saliendo de Florencia, nos adentramos en la región de la Toscana, dirección a Siena. San Gimignano, un pueblo medieval a caballo entre estas dos ciudades, mantiene casi intacto el aspecto que tenía en 1300; todo dentro de las murallas que datan del año 1200. Este pueblo es famoso por sus torres, construidas por la antigua aristocracia.
Retomando el camino, llegamos a Siena. Según la leyenda, Siena fue fundada por Asquio y Senio, hijos de Remo, hermano de Rómulo, mítico fundador de Roma, sobre las tres colinas que ocupa actualmente.
Es cierto que en el periodo imperial fue súbdita de Roma con el nombre de Sena Julia. Este origen romano está relacionado con el emblema de la ciudad, la loba que amamantó a Rómulo y Remo. Estatuas y otras obras de arte que representaban a una loba amamantando a los gemelos Rómulo y Remo pueden verse por toda la ciudad de Siena.
Su catedral, comenzada a mediados del siglo XII, es un representativo ejemplo de la arquitectura gótica italiana. La fachada principal, obra de Giovanni Pisano, fue terminada en 1380.
En el interior se puede admirar el púlpito octogonal sostenido por leones de Nicola Pisano y su pavimento de mosaicos.
Bajo la catedral, en el baptisterio, se encuentra la magnífica pila bautismal con bajorrelieves de Donatello, Ghiberti, Jacopo della Quercia y otros escultores del siglo XV.
Perdiéndonos entre sus calles llegamos a la Loggia della Mercanzia, construcción datada entre los años 1417-1428, su estilo corresponde a un periodo de transición entre el gótico y el renacimiento. Destacan sus bóvedas y esculturas.
La Piazza del Campo tiene forma de abanico, en ella se encuentra el Palazzo Publicco o Ayuntamiento que data del siglo XIV con su famoso Campanile.
En la plaza pueden apreciarse los relieves de la Fuente Gaia de Jacopo della Quercia. Es en esta plaza también donde se celebra la famosa carrera de caballos, que tiene lugar habitualmente dos veces al año y en la cual, tanto jinete como caballo representan cada uno de los diecisiete distritos de la ciudad.
El Palazzo delle Poste, la Iglesia de San Donato, la Porta Ovile, la Basilica de San Francisco y el Palacio Salimbeni complementan la visita.
Cabe destacar también el Palazzo Tolomei, que actualmente es un hotel con mucho encanto y frente a el la Iglesia de San Cristoforo.
Las vistas desde Via di Vallerozzi son impresionantes, desde ella podemos ver todo Siena y las iglesias de su alrededor.
Desde las calles empinadas, desgastadas por el tiempo, pudimos divisar a lo lejos uno de los muchos palacetes que existen en Siena, destacando por su torre. En el patio existen bóvedas con frescos, bustos y un pozo.
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